Por Alejandro Pablo Vega
El día 17 de noviembre de 2012 publiqué una Carta Abierta con motivo de la utilización del término “Mogólico” por parte de un referente político y reconocido filosofo hoy fallecido. Lo utilizaba en términos peyorativos para descalificar públicamente a un adversario ocasional.
El día de hoy, todos los medios nacionales y locales, publican la noticia que el candidato a presidente de los argentinos que resulto primero en las PASO, –Javier Milei- en una conferencia se dirigió a un economista o político que no pensaba en su mismo sentido, calificándolo de “mogólico” con el agravante de adicionarle otros términos irreproducibles, que no merecen ser destacados porque son propios de su manera habitual de expresarse.
Inmediatamente vino a mi memoria aquella carta y me surgió la necesidad de reproducir una buena parte de su contenido con mayor énfasis. Porque en esta oportunidad quien la utiliza es una persona que puede llegar a ser Presidente de todos los argentinos y nuestra sociedad no puede estar ajena a este repudiable hecho.
Tengo tres hijos con capacidades diferentes, dos de ellos “convencionalmente normales”, otra con Síndrome de Down. Cada uno tiene sus propias aptitudes que los distinguen entre sí y con su entorno, pero cuentan con un denominador común, son “PERSONAS” que sienten, duermen, ríen, comen, corren, estudian y lloran como todos. No existe diferencia entre ellos y el resto de cualquier mortal.
Eugenia, tiene la particularidad de haber sufrido una alteración cromosómica -trisomia 21- que modificó su mapa genético y que hizo que viniera a este mundo con aptitudes y potencialidades particulares, que en modo alguno importan o significan un “disvalor” como persona. Muy por el contrario, su presencia nos enseño a todo el grupo familiar que los preconceptos socio-culturales que estigmatizan al Síndrome de Down, son propios de la ignorancia que tenemos respecto del tema, y propios de una sociedad altamente prejuiciosa, que se apoya en modelos elitistas que antepone la discapacidad y se olvida de la persona.
Hoy cuenta con 29 años. Está terminando sus estudios y vota como todos desde los 18 años. Toma sus propias decisiones cuando elige el voto y tiene la capacidad de discernir y distinguir mucho más de lo que Milei se imagina. Especialmente hacia aquellos que la discriminan como persona.
En innumerables reuniones sociales, me enfrente a la dura situación descriptiva y calificativa de “MOGOLICO” en términos peyorativos. Situación que siempre me provoco una tremenda pena, hacia las personas que lo utilizan, pues demuestra el nivel de desconocimiento del tema y lo arraigado del concepto desde el punto de vista socio-cultural.
Aunque hayamos avanzado muchísimo en materia de integración de las personas con discapacidad, no hemos hecho nada como sociedad para eliminar la deformación del uso de la palabra “MOGOLICO”, que no significa otra cosa que “RELATIVO AL GRAN MOGOL”, título que se le atribuía a los soberanos de una dinastía mahometana en la India.
A la sensación de pena que me provoco, una vez más, la noticia de escuchar la palabra “MOGOLICO”, le agrego a aquel sentimiento de “INDIGNACION y REPUDIO” inicial el “TEMOR”, de que esta persona llegue a dirigir los destinos de nuestra sociedad. –
Resulta impensado que este Señor, mire a las personas con Síndrome de Down, tal como miramos a cualquier otra persona. El empleo del término, para descalificar a quien piensa diferente, denota una “supina ignorancia” respecto del correcto empleo del mismo, y trasunta una deformación en el uso que provoca vergüenza ajena. Porque proviene supuestamente de una persona educada y publica, que tiene acceso a los medios de información y lo que es más grave aún, quiere dirigir los destinos de nuestro país.
Aquí me pregunto, en la hipótesis que llegará a ser presidente, ¿con esta clase de dichos y acciones, realmente construirá una sociedad mejor para los 47 millones de argentinos, tal como lo pregona? No creo que lo logre de esa manera.
Si realmente quiere representar a todos los argentinos, debería comenzar por corregir sus conductas y medir su lenguaje, especialmente en lo que respecta a la utilización de la palabra “Mogólico” para descalificar el pensamiento de aquellos que no comparte sus ideas.
Por ello es que le solicito una DISCULPA PUBLICA ante toda la sociedad por su lamentable proceder. –
Espero contar con una pronta y favorable respuesta, al menos y tan solo, por el mismo medio que la expreso. –
Gracias., por la publicación de esta Carta Abierta.